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Una parte importante de las enfermedades de origen alimentario se deben a una mala práctica higiénica en el ámbito doméstico ya que la cocina es un buen refugio para las bacterias. En la mayoría de los casos, las principales intoxicaciones alimentarias que se originan en las cocinas domésticas son por una mala higiene, un incorrecto almacenamiento o una inadecuada cocción. Limpiar y desinfectar de forma adecuada las distintas superficies y utensilios, electrodomésticos, así como trapos, es fundamental para evitar que los microorganismos patógenos se transmitan a los alimentos. La limpieza de la cocina, en todas sus zonas y utensilios, debe hacerse con "productos detergentes, enjuagar con agua y, por último, desinfectar con lejía", según la Guía de alimentación saludable, editada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria en 2004.
Fregadero. No es recomendable sumergir los platos en agua y jabón ya que se pueden mezclar los residuos con el agua y los restos de detergente, de ahí que la desinfección sea ineficaz.
Encimeras. Antes de preparar los alimentos, deben lavarse siempre con agua caliente y jabón; también después de haber preparado comida, sobre todo si es carne de res, pollo, pescado o verduras sin lavar.
Campana extractora. Con el tiempo, la grasa se acumula en una campana de extracción y en su filtro. Esta grasa, si no se limpia, puede producir goteos sobre los alimentos que se cocinan.
Cubo basura. La basura puede convertirse en una fuente de contaminación ya que la materia orgánica es capaz de acumular una importante cantidad de bacterias. Si se acumulan restos de comida durante largos periodos de tiempo, pueden aparecer enfermedades de transmisión alimentaria.
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1 comentario:
Que buena entrada amiga muy buen consejos de limpieza, y muy lindo el gato, jajaja a mi me encantan los gatos pero no en la cocina, muchas gracias por compartir tan útiles consejos.
Besitos de luz querida amiga que tengas una linda semana.
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