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Los encierros de San Fermín tienen un origen medieval en la "entrada": los pastores navarros traían a los toros de lidia desde las dehesas de La Ribera de Navarra hasta la plaza mayor, que servía de coso taurino al no existir una plaza de toros.
La noche anterior a la corrida la pasaban acampados cerca de la ciudad, y al amanecer, entraban a la carrera arropados por los toros mansos (cabestros) y acompañados de gente que, a caballo o a pie, ayudaba con palos y gritos a encerrarlos en los corrales. En 1717 y 1731 se producen bandos que prohíben correr el encierro. En 1776 se construye el primer vallado hasta la plaza de toros que estaba en la actual plaza del Castillo.4 Con el tiempo, a finales del siglo XIX, se pasó de correr detrás de ellos para ayudar a encerrarlos, a correr delante; así se convirtió en una costumbre popular. Ya en 1856 pasa a denominarse encierro (antes era entrada) y se corren por primera vez por la calle Estafeta. Dicen las crónicas que los primeros en desafiar las prohibiciones que impedían correr delante de los astados fueron los carniceros del Mercado de Santo Domingo, situado junto a la cuesta del mismo nombre. En 1867 el consistorio dicta un bando para reglamentar la carrera, y se documenta el primer "montón" en 1878.
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1 comentario:
Hola,
de casualidad llego paseando a tu blog y me encuentro con esta tradicional corrida, justo hoy vi un informe en la television :)
Siempre me parece divertida, con muchisima adrenalina.
¡Saludos!
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