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El otoño nos trae cambios de rutina, la noche llega tan pronto que muchas veces nos pilla de sorpresa. Y en esas tardes grises, hay veces que aprovechas para coger en tus manos el álbum de las fotos, para ordenar los cajones, para organizar cartas, para coser esa prenda que te está esperando, para meterte en la cocina y sacar esa receta que lleva guardada algunos meses y empezar a saborear qué tal ha salido, para darte el gusto de sacar un disco de vinilo y colocarlo con cariño en el olvidado tocadiscos. Es una buena forma de aprovechar la tarde y darle color a la oscuridad que nos sorprende.
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