Queda esta historia, como anécdota. Son muchos los días de vacaciones y como de todo nos cansamos. Os voy a contar en tono de humor lo ocurrido en un parque. Una tarde cualquiera, cuando dos niños con sus respectivas madres, se disponen a pasar un rato agradable y con la mala suerte para muchos, llega la ley que prohibe fumar en los parques. Pobres madres que se tiran de cabeza con sus niños a pasar un ratito de recreo para ellos y un ratito de "cotilleo", para ellas y si fumas mejor. Pero ahora como están los ánimos un poco "irritados", cualquier motivo es suficiente para montar el espectáculo.
-¡Mamá, Enrique me ha dicho que soy muy feo!
La madre como si se tratase del mayor insulto que existiera, va y se acerca a su amiga del alma y le dice:
-Mira, que si tú hijo le ha dicho feo a mi hijo, más feo es él. Que cuando nació lo metieron en la incubadora y le pusieron los cristales "ahumaos".
La otra madre más irritada todavía le contesta:
-¿Qué mi hijo es feo? Más feo es el tuyo, que lo secuestraron los indios y caundo lo vieron, le dieron un caballo para que se escapara.
El clima empieza a ponerse calentito
-¡Tú hijo si que es feo! que cuando era más pequeño jugaba con Drácula y lo hacía llorar
Con ese insulto no se podía quedar callada:
-¡Mira aquí se acabó la pelea! pero sabes lo que te digo que el feo es tú hijo, cuando nació le tenía que dar el biberón la vecina porque a ti te daba miedo...
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