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La esponja, objeto de limpieza de platos y otros utensilios de la cocina, puede pasar de ser el gran aliado de la higiene a convertirse en uno de los principales enemigos si no se usa de forma adecuada.
La humedad y las microgrietas que se forman en las esponjas hacen que sean un hogar acogedor para bacterias patógenas difíciles de eliminar. E.coli, Salmonella y Campylobacter son las principales amenazas de las esponjas, que pueden sobrevivir hasta dos semanas si está húmeda. Fregar platos con una esponja contaminada puede ser sinónimo de diseminación de patógenos entre distintos utensilios. Pero hay fórmulas para que esto no suceda.
Consejos útiles para un uso seguro de la esponja :
- Limpiarla con frecuencia.
-Utilizar un sistema de rotación con dos esponjas.
-Tener una limpia, seca y lista para usar, mientras se lava la otra.
- Retirar los restos de partículas de comida que puedan haber quedado adheridos.
- Mantener la esponja seca, cuando no se use.
- Limpiar la grasa de aves de corral o de carnes con papel de cocina desechable en lugar de usar la esponja. La fórmula más eficaz para detener la propagación de gérmenes es la limpieza y la desinfección de forma regular de las superficies de la cocina y de lugares a los cuales no se presta mucha atención, como la puerta de la nevera, de los armarios o los grifos. Estas zonas son las más olvidadas, pero no por ello menos importantes desde el punto de vista del riesgo microbiológico.
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1 comentario:
Hola Fali!
Gracias por compartir estos excelentes consejos!
Un cariñoso abrazo y lindo viernes!
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