imagen |
Atribuir funciones "saludables" a las golosinas (chicles incluidos) que van más allá de lo lúdico, no es novedad. De hecho, se experimenta con chicles de distintos gustos, de larga duración o de distinta intensidad de sabor con potenciales funciones como "blanquear los dientes", "combatir el mal aliento", e incluso con un pretendido efecto adelgazante. ¿Qué hay de cierto?
Masticar chicle horas o minutos antes de las comidas calma el apetito y, por lo tanto, puede ser una ayuda para no picar entre horas o para no comer por aburrimiento, por inquietud o por ansiedad.
fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario