Y en efecto, el hombre tuvo tantas ocupaciones durante el día que no fue a comer a su casa, sino que ya muy entrada la tarde fue cuando pudo regresar.
Ya hemos dicho que la santa Misión se celebró en primavera, y por ser época que en Sevilla el tiempo es inestable, esxistía el temor de que en cualquier momento se produciría algún aguacero que desluciera las solemnidades.
-Con tal de que no sea el domingo, que será el acto de clausura.
El acto de clausura estaba previsto que se celebraría en la plaza de España, cerrando así unas demostraciones piadosas que habrían durado más de dos semanas.
Como todas las imágenes de mayor devoción están situadas en las iglesias antiguas, y a excepción de la del Tiro de Linea, la de San Sebastian. la del Tardón y la de San Bernardo, las demás están dentro del antiguo casco urbano, resulta que los barrios modernos, Pajaritos, Pio XII, Amate, Torreblanca, el poligono de San Pablo, y tantos otros, están más alejados de las devociones cofradieras de la Semana Santa. Por lo cual el señor arzobispo pensó que la Santa Misión sería una buena oportunidad para que las famosas imágenes de las principales cofradías fueran llevadas procesionalmente a barrios apartados, y a ser posible a barrios humildes suburbanos, para avivar allí la religiosidad popular.
Por este motivo la imagen del Señor del Gran Poder estaba puesta ya en su "paso" para salir, en dirección a la populosa barriada de Nervión.
Y en efecto, salió dirigiéndose por la redonda a la Puerta de la Carne, y remontando trabajosamente el puente de San Bernardo, tomó cuesta arriba la avenida de Eduardo Dato. Ya a esa altura, el cielo se había encapotado tomando un color gris ceniciento amenazador.
A mitad de Eduardo Dato se encontraba ya la procesión cuando empezó a chispear.
-¡Aprisa, aprisa! antes de que empiece a llover de verdad.
-¿Dónde meteremos el "paso" para refugiarlo de la lluvia?
-En el Sanatorio de los Niños Lisiados de San Juan de Dios.
Apretaron el paso de los costaleros. Los músicos iban tapando como podían los papeles de las partituras y los parches de los tambores para que no se mojasen.
Los cirios del acompañamiento y las velas de las candelerías del "paso" ya se habían apagado con las primeras gotas...CONTINUARÁ
Texto copiado del libro: Tradiciones y leyendas sevillanas- Jose María de Mena
3 comentarios:
mágnifico, pero no tardes en poner el desenlace. ¡ja,ja,ja1
Muy interesante cielo espero el proxomo
un beso
Uuuuuuy, me estoy comiendo las uñas.
Un beso.
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