imagen |
Las frutas frescas, como los vegetales, constituyen una de las bases de una dieta saludable. Los consumidores disponen de una gran variedad de frutas, desde las más exóticas a las más convencionales. En todos los casos, debe tenerse en cuenta que son productos que pueden contaminarse, sobre todo durante el proceso de producción
En este artículo se explica cómo lavar la fruta con agua, cómo consumirla sin riesgos y si es mejor pelarla o comerla con piel.
Cómo lavar la fruta con agua
Antes de manipular la fruta, y una vez pelada, hay que limpiarse bien con agua caliente las manos, así como el cuchillo que se emplee.
En cuanto al lavado en sí, debe seguirse los siguientes consejos:
-Poner las frutas bajo agua fría, incluso si se van a pelar. Esto ayuda a evitar la propagación de cualquier bacteria que pudiera estar presente. En casos como el plátano, este paso no es necesario.
-En frutas con una piel gruesa, puede usarse un cepillo para limpiarlas mejor.
-Una vez peladas y cortadas, si no se consumen de forma inmediata, las frutas deben refrigerarse. -No es necesario limpiar la fruta que se vende pelada y cortada.
-Si bien en las verduras está recomendado el uso de hipoclorito, en las frutas parece que la eficacia es menor. Estas se lavan, se pelan y se consumen, por lo que la mayor parte de hipoclorito se consumiría en la piel.
-Las frutas más pequeñas, como fresas o frambuesas, se pueden dejar en remojo unos minutos y escurrirlas.
Más información
No hay comentarios:
Publicar un comentario