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Fresco. Vino con una acidez adecuada para su tipo. Se aplica a los jóvenes de calidad.
Hueco. Se dice de los caldos que decepcionan en todo el recorrido de la boca, debido a sus muchas carencias.
Lleno. Vino de amplios sabores que colma el paladar.
Morapio. Vino tinto de color intenso y tonos apagados por su poca acidez.
Pastoso. Hace referencia a vinos blancos y cavas demasiado densos en la boca y ricos en azúcar.
Perfumado. Vino con intensos aromas.
Picado. Vino con síntomas de avinagramiento.
Terpénico. Vino con aromas densos e intensos originados por los aceites esenciales que contiene.
Untuoso. Caldo oleoso que se adhiere en la copa y que en la boca se muestra suave.
Vigoroso. Es un vino que provoca sensaciones potentes en la boca. Resulta sabroso, con cuerpo y con una acidez y nivel de taninos y alcohol bien conjuntados.
1 comentario:
Muy Buena información.
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