En el patio de la iglesia sevillana de San Antonio Abad, se encuentra una hornacina con una pequeña talla de San Judas Tadeo. Es sorprendente la cantidad de velas que tiene encendidas y trás ellas los ruegos y oraciones de las personas que llegan a verlo.
San Judas Tadeo es el abogado de los casos difíciles y desesperados. A él llegan cientos de personas todos los días. Es uno de los santos que más devoción tiene en toda Sevilla y no es extraño acercarte a verlo y te encuentres con algún conocido, que llevados por la necesidad de creer, se encuentren allí postrados ofreciéndole sus rezos.
Vivimos en unos momentos de necesidad material y de vacío de esperanza. Yo os invito a que paséis por este rincón de Sevilla y veáis lo que mueve la fe.
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