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Ensaladas con lechuga.
La lechuga, por su alto contenido en fibra insoluble (más abundante en lo blanco del tronco), puede ocasionar gases e hinchazón abdominal tras su consumo. También se detectan casos de histaminosis alimentaria no alérgica a la lechuga, un tipo de intolerancia que puede explicar, entre otras, las molestias digestivas y de hinchazón que sienten algunas personas tras comerla. No obstante, en caso de intolerancia, el malestar se manifestaría en cualquier ocasión en que se coma lechuga, y no solo resultaría molesta tras la cena. En caso de notar el vientre hinchado después de comer esta hortaliza, se puede probar a prescindir de ella en las ensaladas en las cenas y comprobar si hay diferencia.
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