viernes, 4 de noviembre de 2011

ENCUENTRO


Me tropecé contigo en primavera,

una tarde de sol delgada y fina,

y fuiste en mis espalda enredadera

y en mi cintura, lazo y serpentina.



Me diste la blandura de tu cera

y yo te dí la sal de mi salina.

Y navegamos juntos, sin bandera,

por el mar de la rosa y de la espina.



Y después, a morir, a ser dos ríos

sin adelfas, oscuros y vacíos,

para la boca torpe de la gente...



Y por detrás, dos lunas, dos espadas,

dos cinturas, dos bocas enlazadas

y dos arcos de amor de un mismo puente.

(Rafael de León)

4 comentarios:

Unknown dijo...

El amor Fali.. que dificil es a veces y otras que parece tan sencillo..

en fin.. soñé con tu poema.. y tus manos enlazadas..

gracias por tus comentarios sensibles en mi Mirada

Paquita Pedros dijo...

Muy hermoso poema cielo
un beso

A.L. dijo...

Mucho romanticismo ando por Arahal.
Un abrazo y feliz finde

Carmen dijo...

Fali esta entrada parece primaveral, aunque el amor nunca se sabe cuando aparecerá...

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