Un día lluvioso, en la casa de unos ancianos, el aburrimiento les invadía. El marido con mucha gracia le dice a su esposa:
-¿Recordamos cuando éramos novios?
-Bueno, si tu quieres, pero ¿cómo?
-Yo me voy a la calle y me pongo a silbar, como silbaba cuando era joven y venía a verte. Después tú sales y nos abrazamos y nos damos un beso como los de antes.
La anciana entusiamada con el plan del marido, dió el consentimiento y sin pensar el frío que hacia afuera y lo que estaba lloviendo, dejó que su "prometido" empezara con el juego.
El pobre hombre muerto de frío no paraba de silbar y silbar, esperando a su amada que saliera y poderle besar como habían acordado. La lluvia empezaba a apretar y bajo un pequeño paraguas, el anciano impaciente, pasaba los minutos y la mujer no salía de la casa. Desesperado por la tardanza entró en la casa muy enfadado y se encontró a su mujer metida en la cama.
-¡No te dije que cuando silbara tenías que salir a mi encuentro y recibirme con un abrazo y un beso!
La anciana aguantando la risa como pudo le dijo:
-¡Sí yo quería salir pero mi madre no me dejaba!
4 comentarios:
Que bueno Fali creo que por eso hemos pasado todas las que tenemos ya mas de 35 para adelante el papa y la mama nos ponían las cosas difíciles
pero nosotros eramos mas listos o al menos eso pensábamos un beso
Muy divertido y real. Un abrazo Fali
Hoy es un día de lluvia y más de uno seguro que le dice a su pareja lo que se han dicho estos simpánticos ancianos. ¡ja,je, ji!
Ja ja ja buenisimo!!!!!!!
Buen domingo!!!
Cariños
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