Manuel de la Rosa. |
¡Pos y tu boca! ¡Y tus brasos!
¡Y tus manos reonditas!
¡Y tus pies, fingiendo er paso
de las palomas suritas!
Con la puresa de un copo
de nieve, te comparé...
Te revestí de piropos
de la cabesa a los pies...
A la güerta, te hise un ramo
de pitiminí, presioso,
y luego nos retratamos
en el agüita der poso...
y hablando de esas pamplinas
que se inventan las criaturas,
llegamos hasta la esquina
cogidos por la sintura.
Yo te pregunté: -¿En qué piensas?
Tú dijiste: - En darte un beso.
¡Y yo sentí una vergüensa
que me caló hasta los güesos!
De noche, muertos de luna,
nos vimos por la ventana...
-¡Mi hermaniyo está en la cuna!
-¡Le estoy cantando la nana!
"Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco..."
Y, mientras que tú cantabas,
yo - inosente - me pensé
que la nana nos casaba
como a marío y mujé.
(R. de León y A. Quiroga)
2 comentarios:
Grandes poetas Fali. Por cierto, Rafael de León era tío de Luis León, "el zorro plateao", quien fuera capataz de la Macarena antes de Antonio Santiago. Un abrazo.
Muy buena la profecía:-)
Que disfrutes del finde
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