la feria cuando termina.
Hasta el aire se estremece
llorando por las esquinas
Arrancando farolillos
Arrancando farolillos
las banderas de colores
Y las parejitas de novios
paseando sus amores.
Se quedaron las casetas
sín bailes por sevillanas
Sin palillos, ni peinetas,
ni chavalas ataviadas
Ya no se escucha la guitarra
ni el cante de seguidillas
Ni los niños haciendo ruidos
con petardos y escopetillas.
Sólo quedan dos "listones"
y unas tablas por el suelo.
Ya se fué con su canasta
el alegre camaronero
Se vaciaron los peroles
que hicieron tanto "pescaito"
y que cuando cahía el relente
te daban sus "calentitos"
Desde pequeño hemos oído muchas sevillanas, la mayoría enseñandonos lo bello y lo alegre de la feria. Esta poesía esta confeccionada con la inspiración de los cantaores antiguos.Ellos hasta lo triste lo hacian que fuese alegre. La entrada está dedicada a todas las personas "feriantes" que a partir de mañana, empezarán a contar cuantos días les falta para la próxima feria.
2 comentarios:
¡Vaya vida la del feriante!, de pueblo en pueblo y de fiesta en fiesta.
Un abrazo.
Describes y sientes muy bien esos momentos..en que el pueblo deja de festejar sus alegrías..por las calles entre colores..flores..canto y bailes que llenaron las almas de algarabía...
Abrazo desde el sur
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