lunes, 7 de noviembre de 2011

EL MES DE LAS LAMPARILLAS

Dentro de lo triste y lo oscuro de las noches de noviembre, hay una cierta sensación de añoranzas a momentos de nuestra niñez. La luz que desprende una lamparilla en una noche fría , me hace recordar a todos los que no están y que se llevaron con ellos, costumbres arraigadas que se están perdiendo, pero que todavía hay personas que se encargan de que sigan vivas.

Era costumbre en casi todas las casas, tener encendida en el mes de noviembre (mes de las ánimas) una lamparilla mojada en aceite, alumbrando una estampa con la imagen de las ánimas benditas. Cuando la pequeña mariposa se consumía se cambiaba por otra nueva.
Al ver en casa guardada con esmero, esta pequeña caja de lamparillas mis recuerdos de pequeña, empezaron a florecer.

La tienda de "El Marchenero" con sus entanterías en perfecto estado y ese orden inconfundible. Ese trasiego de personas por los escalones de la Plaza Vieja. La tienda de "Curro Bejines" con ese olor inconfundible a chacina (de la buena) digo de la buena porque entonces, no se entendía tanto como ahora de diferencias si era jamón serrano, ibérico, de jabugo, de recebo, ¡qué se yo!... lo cierto que era un placer ver como con tal sutileza, ese hombre introducía la aguja de marfil y comprobaba por el olor si la pieza estaba en su perfecto estado de curación y lista para empezar a cortar aquellas deliciosas lonchas.

El olor que te embriagaba cuando bajabas los escalones y te ibas acercando a la plaza de abastos. La fruta de Francisco, María, Juan, "los de los platos". La verdura recién cortada y traída de tantas y tantas huertas que estaban por los campos y que el mismo hortelano te pregonaba como nadie en su puesto. La carne de Rafaela con su marido Antonio, mostrando con soltura como se despieza una ternera, el ruido del afilado de cuchillos, la voz que salía de cualquier sitio preguntando: ¿quién es la última? ¡Qué expresión más bonita para pedir la vez!

El olor a alhucema, tomillo, laurel,tila, poleo...El pregonar que se oía desde lejos y que venía de la pescadería. La bulla que siempre te encontrabas en la tienda de "Corrientes" y como mientras nuestros mayores esperaban su turno, nosotros los niños nos entreteníamos jugando en la cuesta resbalosa de ese cemento fino y gastado de tantos años. Las rifas con el obsequio del ganador de los "canastos", el igualero con sus cupones "de los ciegos"...¡Cuántos sonidos, olores, sensaciones me ha traído esa pequeña lamparilla encendida!

9 comentarios:

francisco el bronco dijo...

QUE BONITO QUE HUBIERA DADO YO POR HABER VIVIDO EN ESOS MARAVILLOS AÑOS ENTOCES NO SE ERA TAN MATERIALISTA COMO SE ES HOY

Paquita Pedros dijo...

Muy hermoso mucho mejor que ahora
un beso corazon

Isabel. dijo...

Qué bonitos recuerdos, has recordado y me has hecho recordar.Es verdad en este tiempo que tenemos, cuando empieza a hacer frío vienen sin querer recuerdos de nuestra niñez. Los puestos de las castañas en la Corredera. Los puestos de chucherias de "Manolillo el pelón" y del "Wili". La esquina de Pedro Bueno...¡uuufffff!

cepero dijo...

Que bonitas palabras Fali y que bonitos recuerdos ,yo estaba deseando que mi abuela me llevara el sábado a la plaza de "mandao" y recorrer todos esos sitios que has mencionado y que me comprara un "T.B.O" y que curro bejinez me diese una lonchita de chorizo para probarlo "el jamón estaba muy caro " y ir a casa del "Marchenero" a ver como cortaba el bacalao ,gracias Fali por tan gratos recuerdos

Towanda dijo...

Todo me ha parecido hermosísimo y, además, desconocido.
Qué recuerdos tan entrañables.
Felicidades y gracias por compartirlos.
Un besazo.

A.L. dijo...

Bonita costumbre y si evoca recuerdos placentero mejor.
Un abrazo y buena semana

teresa dijo...

Fali, me has hecho recordar momentos de mi niñez.
Mi madre tenia costumbre en esta fecha de poner encima de la cómoda fotos de mis abuelos y seres queridos fallecidos junto a un plato con agua y un chorreon de aceite, ponia lo que llamábamos "palmatorias" hasta que el aceite se acababa lo que hacia un chisporroteo que a mí me asustaba mucho al oirlo.
Es una pena que tradiciones como esta se vaya perdiendo con el paso del tiempo.
Gracias por recordarlo.
Un fuerte abrazo.

La abuela frescotona dijo...

querida Fali aun hoy duermo con esa pequeña luz de mi infancia y que en los pupilajes tenian una imagen sacra como la Virgen, tambien me llevaste a los sótanos donde guardabamos los frutos de la carneada, jamones, chorizos, bondiolas y cuántas otras cosas, las frutas, ese olor tan característico, que hermosos recuerdos me trajiste hoy, abrazo niña

Abuela Ciber dijo...

Y que grato para nosotros que lo hayas hechos, trayendonos a traves de cálidas palabras momentos vividos tan apresiados.
Yo ....conociendo algo más de tu entorno!!!!!

Gracias por tu visita y palabras vertidas y si.....me agrada celebrr el día a día.....es más fácil vivir el presente.

Cariños mil

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