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Siempre que llegan los primeros días de Septiembre son muchas las localidades que celebran sus fiestas y cada "turronero" escoge su lugar donde pregonar su género. Son años y años los que te encuentras a los mismos mostrando sus peladillas, almendras garrapiñadas, cotufas, pedacitos de coco, turrones de lo mas diversos sabores, martillitos de plástico que hacen el delirio de los mas pequeños, escopetas, botecitos que hacen pompas de jabón, peluches...y todo colocado sin que nada falte ni sobre, justo a la medida del puesto.
Hoy como cada año y en el mismo sitio, me he encontrado a mi amigo "el turronero" después de saludarlo y preguntarnos mutuamente por nuestras familias, con pena se ha quejado de las "dificultades" que tantos feriantes están pasando, ellos pasan miran pero no compran, la alegría con la que se compraba años anteriores se ha perdido.
Si pasáis por el puesto del turrón espero que os paréis y veáis que ellos también hacen un gran esfuerzo por mantener su negocio de hace muchos años y si os queda algún dinerillo en el bolsillo pasen y compren, no hay nada "amargo" en sus puestos, sólo reparten lo dulce de la feria.
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