Como ahora es el tiempo de las pera aquí os dejo cómo sacarles partido en la cocina.
Comer crudas las frutas supone aprovecharlas mejor y, en el caso de las peras, más aún si se comen con piel. Pero en época de abundancia, para no hacer monótono el consumo de estas interesantes frutas, se puede optar por prepararlas de diversas maneras, incluso a sabiendas de que al cocinarlas su valor nutricional mermará un poco.
Asadas. Las peras resultan más dulzonas y gustosas, muy digestivas y más suaves para las dolencias estomacales. Son una buena manera de variar la alimentación en caso de seguir dietas estrictas debidas a gastroenteritis u otras dolencias intestinales graves, que exigen una dieta limitada en fibra y rica en taninos. La receta de peras asadas sin más condimentos que un toque de canela se puede alternar con una suave compota de pera o de mezcla con manzana.
Crudas. Admiten variedad de presentaciones y combinaciones para hacerlas más atractivas, bien de postre, laminadas o troceadas y mezcladas con ensaladas de lechuga, de escarola o de arroz.
En dulce.
Como receta algo más golosa, se puede preparar una mermelada de pera. Conserva ciertos nutrientes, como la fibra de la pulpa y algunos minerales, aunque es un producto dulce que no sustituye a la fruta fresca. Mucho más caprichoso es el flan de pera, que se debe contemplar como un postre ocasional.
Como guarnición. Las peras también pueden servir como acompañamiento de platos de carne, a los que dan un contrapunto dulce muy bien apreciado.
Espero que a esta entrada le saquéis provecho.
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1 comentario:
mmmm que ricas las peras fali,me encantan de todas las maneras,pero las mas ricas son al horno,una delicia!!!
te dejo un abrazo amiga y muy feliz semana!!!!!
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