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Querido amigo (por no decir el lazo familiar que nos une) no puedo de dejar de pensar en ti. Sé por experiencia propia que la vida no es fácil, pero hay momentos que los problemas que se presentan son duros de "roer". No creas que no tienes respaldo, aunque aparentemos normalidad cuando te hablamos, pero es que no tenemos otra forma de demostrar naturalidad. Sé que es muy duro por lo que estas pasando. Son muchas las cosas que te faltan. Y hoy he visto lo que tu no podias ver. ¿Y sabes qué había?... ¡Mucho cariño hacia ti!
No puedo darte esperanza donde no la hay, pero si quiero que sepas que mi apego a tu situaciòn es palpable.
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